Impacto de las amenazas de correo electrónico
Ataques por correo electrónico que lograron afectar a organizaciones durante el último año.
3 de cada 4 organizaciones ha sido víctima de un ataque exitoso por correo electrónico. El correo sigue siendo el principal vector de amenaza y el método de ataque preferido por los ciberdelincuentes. Su popularidad se debe a su alta efectividad y al bajo nivel de esfuerzo que requiere ejecutar los ataques.
El impacto en las organizaciones de los ataques por correo electrónico que cumplen con su objetivo.
El tiempo de inactividad, la interrupción del negocio y la pérdida de datos esenciales para la empresa son las principales consecuencias, mientras que un tercio de las organizaciones ha notificado pérdidas monetarias directas a manos de ciberdelincuentes. Solo el 2 % de los encuestados afirmó que los ataques por correo electrónico no tuvieron ningún impacto en su organización.
Coste del ataque por correo electrónico más caro reportado por las organizaciones en el último año.
El coste de un ataque puede ser devastador para las organizaciones. De hecho, 8 de cada 10 empresas que han experimentado un incidente de seguridad relacionado con el correo electrónico afirman que el coste ha aumentado en comparación con hace 12 meses. El ataque de mayor impacto tuvo un coste estimado de 1 millón de dólares.
Las organizaciones aumentaron su inversión en protección del correo electrónico el año pasado.
A medida que los ataques por correo electrónico se vuelven más sofisticados y difíciles de detectar, las organizaciones invierten más en seguridad para prevenir y responder a dichas amenazas. Un 26 % de las organizaciones ha destinado más recursos a la seguridad del correo electrónico.
Riesgos de seguridad que las organizaciones no creen que puedan afrontar
A pesar de la alta prevalencia de los ataques por correo electrónico, casi el 98 % de las organizaciones considera que aún no cuenta con la preparación necesaria para enfrentarlos. Alrededor del 34 % afirma no disponer de los medios adecuados ante incidentes como la pérdida de datos o el malware, y el 28 % admite tener dificultades incluso frente a amenazas más simples, como el spam.